El Proyecto Florida.

El Proyecto Florida (The Florida Project, 2017), dirigida por Sean Baker, nos presenta una historia vista desde la perspectiva de una niña de 6 años, Moonee (Brooklyn Prince), y de cómo disfruta el verano en Magic Castle -un motel de Florida cercano a Disney World-, en el que vive con su madre de 22 años.



El motel es el hogar de familias de bajos recursos y de adversas situaciones que intenta camuflar bajo la capa de pintura color púrpura que envuelve todo el lugar. Sean Baker se enfoca principalmente en Moonee, mostrando su entorno y entrelazando las demás historias con la suya.

La madre de Moonee, Halley (Bria Vinaite), al ser despedida de un lugar de baile (supongo que table dance, ya que se nos da a entender que son bailes eróticos), se la pasa en un vaivén en busca de trabajo para tener algo que comer y pagar la renta diaria del motel. Y por mientras, Moonee y su amigo Scooty (Christopher Rivera), se aventuran por el motel y los alrededores de la ruta US 192.

Pasan el verano metiéndose en líos: el primero que nos muestran es cuando le escupen al auto de una señora que vive en otro motel, la abuela de una niña que pronto se convierte en su nueva amiga, Jancey (Valeria Cotto), y así sucesivamente. Nada los detiene, buscan cómo divertirse para matar la gran cantidad de tiempo que tienen libre, sin recibir una gran riña por parte de los adultos, ya que se la pasan más ocupados en su economía que en verdaderamente corregir a los niños.

El encargado del motel, Bobby (Willem Dafoe), es el único que intenta poner un poco de límites a los niños. Un hombre encantador que se compadece de todo lo que viven los inquilinos del motel y se encuentra arraigado a ellos por su misma humanidad; intentando protegerlos dentro de lo que está a su alcance.

Moonee tiene una actitud parecida a la de su madre, es por eso que maneja ese lenguaje y comportamiento, causando gracia hasta por cómo le saca el dedo del medio a los helicópteros que sobrevuelan cerca del motel. Halley tal vez no sea una madre ejemplar, pero el amor que tiene por su hija nos queda claro en el transcurso de la película. Y no solo por ella, ya que manifiesta su cariño también con los demás niños, como podemos ver en la escena del cumpleaños de Jancey: lleva a ambas niñas para festejarlo con un pastelito, y sentarse a ver los fuegos artificiales de Disney que se ven a lo lejos al anochecer.


Ashley (Mela Murder, la madre de Scooty), es la amiga y apoyo económico de Halley; ambas comparten una situación similar al ser una familia monoparental y vivir el día a día como pueden, con la diferencia de que Ashley tiene un trabajo más estable como mesera, mientras que Halley consigue dinero al margen de lo legal. La amistad de estas dos madres y de sus hijos se ve deteriorada luego de que los niños hagan algo que va más allá de una simple travesura.

Con la pérdida de amistad entre ellos y después de una pelea entre ambas madres, Halley recibe al departamento de familias para inspeccionar varios aspectos y ver si se la quitan o no a Moonee.
Una vez tomada la decisión, le dan el aviso de que se van a llevar su hija y le explican a Moonee que va a estar con otra familia temporalmente. La niña huye, corre al motel de Jancey para luego escapar juntas a un sueño idílico: Disney World.


Sean Baker intenta mostrarnos los margenes de la sociedad, por un lado Disney, y por el otro, un motel lleno de carencias. Y no es como si el guión (escrito por Sean Baker y Chris Bergoch) estuviera enfocado en demostrar algún aspecto malo sobre Florida o como si pretendiera hacer ahínco al lado opuesto de Disney, sino que trataron de adaptar la situación de estas familias a lo que se da no solo en Florida, sino a algo que podemos encontrar en cualquier parte del mundo.

La historia es planteada no para que nos sintamos llenos de prejuicios o para que el público sienta disgusto al ver lo que pasa, sino para verlo de una manera en la que hasta nos sentimos enternecidos por la situación, vemos cómo se convergen las vidas de los personajes y todo lo que hacen desde la inocencia de un niño, que observa sin juzgar.

Todas las dificultades que se nos presentan diariamente o ese círculo vicioso en el que podemos estar atrapados y la forma en la que enfrentamos todas estas situaciones, representando los problemas del mundo de los adultos a través de los ojos de un niño, que a su vez, afronta todo esto junto con los mayores.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

La crucifixión

The Strangers

Loving vincent